jueves, 7 de junio de 2007

BuenoSobreKant


Antes de que mis amistades kantianas consideren este envío como un insulto -cuya consecuencia última sólo puede ser elegir armas en el campo del honor-, quede claro que este texto no expone mi postura al respecto (pues "postura" es una palabra demasiado firme para mis vaguedades); pero sí me resulta terriblemente "curioso" y deseaba compartirlo con todos vosotros. Digamos que es un texto "estimulante". Si alguien tiene algo que decir sobre la tesis de Bueno, espero que tenga el tiempo y las ganas suficientes para hacérnoslo llegar a los demás. Me muero de curiosidad.


"Y esto es lo que hizo Kant: "legitimar" ante el racionalismo materialista ilustrado, que se alimentaba de las nuevas ciencias emergentes (la Mecánica, la Biología, la Antropología), la concepción tradicional espiritualista cristiana, del Alma, del Mundo y de Dios. La "legitimación" se lleva a cabo interpretando los resultados de la Crítica de la Razón Pura como orientados, no ya a destruir (como pretendía el materialismo) la fe tradicional en el Alma inmortal, en el orden cósmico armónico, o el Dios justo (que el dogmatismo de la metafísica tradicional pretendía demostrar científicamente), sino a poner coto a las pretensiones del materialismo, un coto tan firme como se lo ponía el dogmatismo de la metafísica tradicional.Kant, una vez presentada su crítica a la metafísica espiritualista tradicional, y una vez presentada la crítica al materialismo (considerado también como metafísico), cree haber logrado "levantar una muralla" capaz de defender, contra el materialismo, la fe en el Alma, en el Mundo y en Dios. Con razón ha sido considerado Kant como el verdadero fundador, avant la lettre, del "agnosticismo", pero en un sentido aún más profundo del que dio a este término su creador, Th. Huxley. Huxley entendió el agnosticismo, ante todo, como "agnosticismo positivo", es decir, como suspensión del juicio ante la dogmática positiva revelada de una Iglesia determinada. Pero el "agnosticismo de Kant" se establece en un terreno más abstracto (compatible con el antignosticismo, con la crítica a toda revelación, tal como se desarrolla en La Religión dentro de los límites de la razón pura [sic]). Por ello, el agnosticismo de Kant es, si cabe, más insidioso que el agnosticismo positivo de Huxley. (...)Del agnosticismo de Kant podría decirse que estaba llamado a suministrar la cobertura ideológica de las sociedades capitalistas, irracionalistas, pero no materialistas; de las sociedades tolerantes, pacifistas. También de las democracias cristianas, y de la Iglesia aggiornata que, una vez pasada la primera reacción contra Kant, verá en Kant un aliado contra el materialismo.(...) De todo lo cual podríamos concluir que una de las tareas principales que el materialismo filosófico tiene que asumir en este bicentenario de la muerte de Kant sigue siendo la tarea de demolición del sistema del idealismo transcendental, si es verdad que este sigue aún vivo entre nosotros. Este es nuestro homenaje a Kant: reconocerle su vigencia y redefinir al materialismo filosófico como un sistema que sólo toma su verdadera conciencia de sí mismo por su oposición al idealismo kantiano.""Confrontación de doce tesis características del sistema del Idealismo trascendental con las correspondientes tesis del Materialismo filosófico", Gustavo Bueno, El Basilisco, 2ª época, nº 35, 2004, pg. 40.

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