jueves, 7 de junio de 2007

Sunshine


Fausto quedaría plenamente satisfecho si instalado en la sala de observación del Icharus II le pidiera a la I.A. de la nave que aumentara la intensidad de la luz. “¡Luz, más luz!”, diría, y al momento la sala se iluminaría y comenzaría la transformación...Embarcados en una misión imposible, un grupo de astronautas heroicos pretende revitalizar el sol y con ello salvar a La Tierra de su fatal destino. El grupo de jóvenes científicos forma parte del segundo equipo que se lanza a intentar poner una bomba de proporciones solares en el astro rey, ahora un tanto envejecido, si bien aún mantiene toda la furia de su juventud, como demuestra en no pocas ocasiones. A ello hay que añadir que el primer equipo, a bordo del Icharus I, desapareció misteriosamente en su viaje hacia el sol, y nada se sabe de ellos.Estos son los elementos argumentales con los que Danny Boyle construye una historia, junto al guionista y colaborador suyo en “La playa” y “28 días después”, Alex Garland, entretenida, con unas imágenes potentes y una banda sonora magnífica. Son interesantes los problemas ético-morales que se plantean ante los golpes que la fortuna va atizando a nave y tripulación: el sacrificio, el deber, la misión por encima del interés propio y la salvaguarda personal, la culpa, la envidia. Al fondo, la idea de la luz como conocimiento, como revelación.La película en general está magníficamente bien ambientada, a pesar de la críticas que se han hecho a su argumentación científica. El guión parece más que correcto y la tensión está bien distribuida. Con los tiempos que corren en la ciencia ficción nos parece que la película de Boyle intenta derivar hacia planteamientos clásicos del género, desde “Planeta prohibido” hasta “2001” y “Alien”: La megalomanía, el hombre a merced de la máquina que ha construido, el terror oculto en las sombras.Personaje destacado de la pinícula, El Sol y la luz en general. El resto de personajes van siendo iluminados en mayor o menor medida, deslumbrados a veces por el astro rey o por la propia luz artificial de la nave. Como contrapartida al de la luz el mundo de la sombra, curiosamente en esta peli un lugar más seguro y acogedor. Visto lo visto, vista “Sunshine”, más nos vale permanecer a la sombra que tostarnos de ilustración.

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